Mas allá del baile de cifras sobre la incidencia de la huelga que desde las partes se transmiten a la opinión pública, en unos casos desde la clase trabajadora las cifras son optimistas, conocen la incidencia real en sus respectivas empresas, descontando las trabajadoras que no pueden parar debido a los servicios mínimos decretados en función de las características de la producción;
