Las y los trabajadores de Tubacex llevan 140 días de huelga indefinida contra los despidos y en espera de las resoluciones del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) sobre los EREs que penden sobre ellos, sean declarados nulos y puedan reincorporarse a sus puestos de trabajo.
El martes volvieron a concentrase cientos de trabajadoras y trabajadores ante la sede del TSJPV en Bilbao, en el que durante estos días se han estado juzgando los EREs presentados por la empresa. Previamente 50 trabajadoras y trabajadores habían hecho una marcha a pie de 20 kilómetros desde Laudio hasta Bilbao. Fueron recibidos por sus compañeras y compañeros con vítores y aplausos, llenos de energía y una solidaridad mutua difícil de describir.
Las sentencias se pueden hacer públicas en cualquier momento. Las y los trabajadores están esperanzados en que las resoluciones sean de nulidad. Incluso si estas son negativas, están dispuestos a seguir movilizándose y recurrir al Tribunal Supremo.
Estas resoluciones sobre una empresa tan emblemática pueden marcar un antes y un después. En los últimos meses hemos conocido expedientes con resultados negativos y otros como el de ITP (en sus centros de Barakaldo y Sestao) que ha sido declarado nulo, pero que ha sido recurrido por la empresa, y está actuando de un modo vengativo sobre todo con las y los trabajadores más combativos que estuvieron a la cabeza de la huelga.
Ganar en Tubacex sería muy importante para empresas que se están viendo abocadas -las cuales pueden aumentar tras el final de los ERTEs- a situaciones similares. Si se pierde o se prolonga la resolución final en Tubacex y otras empresas con EREs pendientes, los sindicatos y otros sectores sociales vamos a tener que reflexionar y preparar de inmediato movilizaciones unitarias y masivas.
