Desde CGT defendemos un sindicalismo que no deje a nadie fuera. Que hable de nuestras vidas, denuncie las violencias que sufrimos y se comprometa con la transformación social. Un sindicalismo que abrace todas las identidades y formas de existir. Tenemos que seguir aprendiendo para construir espacios libres de discriminación donde participemos con igualdad, libertad y dignidad.
Este 28J volvemos a las calles con orgullo y con fuerza contra los discursos de odio y la extrema derecha.