Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Las consecuencias de un desconfinamiento de la población que no fue acompañado de ningún plan para el control de la pandemia del coronavirus ya son inocultables en todo el Estado español.
Según el último informe del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, el Estado español es de entre todos los países europeos más poblados, el que ha tenido la más alta tasa de contagios de sus habitantes en el curso de las últimas semanas.
En los últimos 15 días, España, Rumania y Luxemburgo han experimentado un crecimiento superior al 30% del índice de incidencia de casos, situándose alrededor de los 60 por 100.000 habitantes.
El informe avisa de la “tendencia creciente” en el número de casos en muchos puntos de la geografía europea. En relación con el Estado español, los contagios han experimentado un fulminante aumento, particularmente en algunas zonas como Euskadi, donde en esta última semana se registró el número más alto de contagios durante toda la pandemia: 610 nuevos positivos en Covid-19.
Según informó el Departamento de Salud vasco, el pasado sábado se realizaron en Euskadi un total de 7.780 pruebas PCR, 610 de la cuales fueron positivas, un dato solo superado en los pasados 25 y el 26 de marzo, cuando se dieron 723 y 632 nuevos contagios.
No deja de resultar significativo que, respecto a la detección de casos con pruebas PCR, España presenta la tasa baja de pruebas realizadas si se la compara con otros países, pero, aún así, es nada menos que el cuarto país con la detección más alta de positivos, con un 4,5%.
El informe citado es extraordinariamente crítico con el relajamiento que se ha producido durante la desescalada, durante la cual se han multiplicado las actividades al aire libre, las juergas nocturnas, las concentraciones en terrazas, en bares y restaurantes.
Ello ha permitido, según el informe del ECDC, que después de esta “relajación” se hayan multiplicado exponencialmente los contagios en Catalunya y la mayoría de regiones del Estado español .
Los datos proporcionados por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades no han hecho más que constatar algo que estaba ya cantado desde hacía semanas.
El Ejecutivo español ha sido incapaz de resistir las fuertes presiones ejercidas por el poderoso sector hotelero, que constituye hoy, por otra parte, el sector económico de más peso en la economía del Estado español.
En el Estado español se sufre, además, una fatal descoordinación que, sumada a una falta de medios básicos como un número suficiente de rastreadores o la realización de test PCR a la población y a todos los viajeros que llegan a nuestros aeropuertos, permite prever una evolución dramática de los acontecimientos en los próximos meses.
En ese sentido se orienta el estudio elaborado por el físico Antonio Guirao. Una simulación de la evolución de la pandemia ha sido publicada por el Instituto Carlos III.
En este estudio, se pronostica unos 100 fallecimientos diarios, así como alrededor de 20.000 contagios, en el mes de septiembre.
Los propios datos aportados por el ministerio de Sanidad ya venían alertando a la comunidad científica, que avisa que “si no se toman medidas efectivas”, en cuestión de pocas semanas podríamos estar manejando datos tan preocupantes como los picos que se produjeron durante esta primavera en pleno Estado de Alarma.
El doctor Guirao, sin embargo, denuncia en su informe que desde las distintas administraciones “no se está escuchando a la comunidad científica en los últimos meses”.
Para el doctor en física sería necesario dar un impulso efectivo al sistema de rastreo de positivos y que haya coordinación con los expertos a la hora de tomar medidas.
Explica Antonio Guirao que, si bien ahora la evolución es más lenta que en primavera, es igual de peligrosa o más ya que ahora no se está dando un confinamiento que bajó la tasa de reproducción de 2,5 a 0,8 y por debajo de uno, lo que implicaba controlar la pandemia.
La segunda ola amenaza con golpear con virulencia y en esta ocasión el Gobierno de España, y su máximo responsable para la emergencia sanitaria, el doctor Fernando Simón, no podrán excusarse afirmando que “nadie se había enfrentado a una situación semejante y no podían saber lo que se avecinaba”.
