Actualmente los sistemas sanitarios públicos viven bajo amenaza de mercantilización pues existe un voraz apetito de beneficios en el mercado sanitario. Blindar nuestra sanidad pública ante su avaricia requiere de medidas decididas que deberían ser incluidas en la próxima Ley Foral de Salud. Para ello, se hace indispensable la implicación tanto de personas usuarias como de profesionales en la defensa de una sanidad pública universal, de calidad, centrada en la persona y sus necesidades.
¿En qué estaría pensando yo? ( Por Rafa Rius )
Llegó el verano: esperemos a ver que nos cuelan esta vez. Teniendo en cuenta que Nessi, el simpático monstruo del loch escocés, ya está bastante demodé y lo han paseado tantos veranos que ya no asusta ni a los peces y, considerando la larga tradición en nuestros gobernantes de guardarse la promulgación de las medidas más impopulares para cuando andamos más distraídos y relajados -oseasé en verano- la única incógnita es ver que nos tienen reservado para ayudarnos a pasar “el caloret”.
Decía Chomski en su texto “Armas silenciosas para guerras tranquilas” que uno de los elementos fundamentales del control social es la estrategia de la distracción: “Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja como los otros animales”.

