Territorio Doméstico: “No vamos a parar hasta que estemos en iguales condiciones como cuidadoras y trabajadoras del hogar que cualquier otro trabajador y trabajadora”

Confederación General del Trabajo – Lanaren Konfederakunde Nagusia
Mujeres, muchas de ellas de origen extranjero, las que han ocupado esos huecos de manera formal y en muchos casos informal, como ya lo hicieron las autóctonas en otros tiempos. La falta de servicios sociales que atiendan determinadas situaciones como la dependencia, el cambio de las estructuras de los hogares, el aumento de familias reestructuradas, monoparentales, la ausencia de redes de apoyo familiares, la reducción en tamaño de las familias, la dispersión geográfica de las mismas, la falta de políticas de corresponsabilidad que permitan la conciliación de la vida laboral y personal, los modelos productivos, etc., hacen que el trabajo en el hogar, tanto las tareas domésticas como las de cuidado, tengan que ser cubiertos con personas que desempeñan un trabajo que merece tener los mismos derechos que el resto, dejan‐ do de ser una relación especial para ser una relación laboral común.
A los movimientos sociales vascos, al movimiento feminsita de Euskal Herria y a sus fuerzas políticas, que dicen luchar por la justicia social, les recordamos que mientras no se sumen a la lucha por la erradicación del empleo de hogar en regimen interno, sus discursos están vacíos y llenos de hipocresía racista
Cuidados remunerados: Reclamamos el reconocimiento, la valoración y remuneración de los cuidados. El amor no paga facturas ni cotiza para la jubilación, por lo que exigimos el reconocimiento social y económico, y el apoyo imprescindible para quienes asumen esta responsabilidad dentro de casa.
Tú puedes elegir qué sociedad quieres. La violencia sobre las mujeres no es sino el reflejo de la sociedad en la que vivimos. Sociedad que hacemos entre todos y todas. Cada una de las decisiones que tomamos, cada una de las cosas que hacemos, repercute en que la sociedad camine hacia uno u otro lado.
Pretende ser una herramienta para lograr una igualdad real y efectiva. La presente Guía se complementa con una serie de documentos elaborados por la CGT a través de los Anexos. Estos se configuran como herramientas que se pueden utilizar en la práctica de cara a facilitar el desarrollo de las diferentes fases del proceso negociador del Plan de Igualdad
Así es como nos encontramos las mujeres, especialmente en los últimos siglos, Juntas y en Lucha contra las Desigualdades, juntas y en lucha por nuestra emancipación, por un humanismo integral, por una sociedad de igualdad, justicia social, democracia directa y libertad solidaria, como nos legó el movimiento anarquista Mujeres Libres.
No poder disfrutar de la acumulación del permiso de un/a segundo/a progenitor/a en el caso de las familias monoparentales o monomarentales supone un trato diferenciador y discriminatorio injustificable que redunda en la desprotección de los menores con respecto a los de una familia tradicional.
Las mujeres del Movimiento Feminista están hartas de que a las víctimas de la violencia de género no se las crea, solamente cuando están muertas, reventadas o violadas. Hartas de que el sistema sigue beneficiando a los maltratadores, que aprovechar los resquicios de la letra pequeña de la Ley.
Esta asamblea ha abordado las reivindicaciones y demandas específicas que corresponden a las mujeres pensionistas, entre las cuales destacan la mejora de la pensión de viudedad, la erradicación de la brecha de género, la pensión mínima de 1080 euros, necesaria para que las mujeres puedan vivir con dignidad. Así como el importante papel que están ocupando y quieren reforzar en el movimiento de pensionistas.
La violencia vicaria es la utilización de los hijos y hijas para infligir dolor y control hacia las madres. Es una de las formas más extremas y brutales que adopta la violencia de género. La forma de ejercerla no es muy conocida, es una de las violencias habituales y que pocas veces se denuncia. No se trata de una violencia aislada, sino tal como explican diversos expertos, es la culminación de un proceso de control y maltrato que sufren muchas mujeres.
Los planes de pensiones de empleo y privados afectan a la desigualdad de género, y tiende a aumentar aún más la brecha de las pensiones, teniendo consecuencias en la pobreza, distribución de la renta, no desarrollan valores de cohesión social e inclusión y de integración sobre todo de las personas migrantes.
Es evidente que la pandemia ha sido demoledora para la clase trabajadora, especialmente a los colectivos más vulnerables y aquellas personas con trabajos y empleos más precarios. Y como venimos diciendo desde CGT en los distintos comunicados, esta nueva crisis no ha hecho más que acentuar las desigualdades de género y hacerlas aún más profundas, “llueve sobre mojado”.
El próximo 8 de Marzo, día internacional de la mujer trabajadora, en tiempos de pandemia, ha tenido su más brutal incidencia en los sectores feminizados, sometiéndolos al aumento de todas las brechas que sufren por el hecho de ser mujer y clase trabajadora. Las mujeres trabajadoras en general han tenido que asumir un considerable aumento de la carga de trabajo, sobre todo las dedicadas a la sanidad y los cuidados, con el aumento del riesgo sanitario.
Además, todo un sector de la economía sumergida como las empleadas de hogar, han sido olvidadas por el estado y los medios de comunicación, engrosando las cada vez más numerosas colas del hambre, porque el paro, la precariedad, la brecha salarial y de las pensiones tienen rostro de mujer, en esta sociedad machista patriarcal y capitalista.
MEMORIA ERAIKIZ nos invita a vivir una experiencia sensorial de una manera diferente. Con ayuda de una instalación artística multidisciplinar que pone en marcha Hortzmuga Teatroa, nos propone viajar por distintas realidades mediante las voces y los relatos de nuestras protagonistas, mujeres sobrevivientes de diversas violencias machistas en distintos lugares del mundo. Conoceremos los impactos que han tenido estas violencias en sus vidas, cómo las han enfrentado, y sabremos qué esperan de su entorno y de la sociedad.
La asociación de trabajadoras de hogar de Bizkaia ATH-ELE, ha presentado en rueda de prensa la estadística anual de la asociación en base a la información recogida sobre las condiciones laborales de las trabajadoras que acuden a la asesoría. Las portavoces de esta asociación, han dado cuenta en Bilbao de la situación del colectivo, que ha sentido «el abandono absoluto» por parte de las administraciones públicas durante la pandemia.
«Sin nosotras, no se mueve el mundo». Este reclamo, originariamente lanzado por las trabajadoras de hogar, ha permeado los últimos 8 de marzo. Son palabras que nos convocan a un cambio sistémico que, con la crisis de la COVID-19, se ha evidenciado más urgente que nunca. Cuando afirmamos que «si nosotras paramos, se para el mundo» estamos reclamando que se reconozca y valore este trabajo; dejar de mover el mundo solas; y, sobre todo, empezar a mover un mundo distinto donde el cuidado de la vida común esté en el centro.
Mujeres Libres construyó «imágenes de cambio» tanto en el formato de imágenes propiamente dichas, recogidas en la revista, como proporcionando historias inspiradoras que llegan a nosotras en forma de artículos, realizaciones o biografías de mujeres comunes que asumieron responsabilidades impensables para ellas antes de julio de 1936. Esas «imágenes de cambio» nos permiten ver y valorar potencias de cambio y transformación que si no pasarían desapercibidas o serían percibidas como «poca cosa».
El 25 de noviembre, Día internacional contra las violencias machistas, el movimiento feminista estará presente reivindicando vidas libres de violencia para todas las mujeres.
La situación de pandemia pone de manifiesto que las violencias machistas no se frenan con el confinamiento, sino todo lo contrario, ¡se amplían! Por eso, este 25N no permitiremos que la COVID oculte viejas pandemias.
Un año más, nos encontramos ante el Día Internacional Contra las Violencias Machistas. Un año más, alzamos la voz contra cualquier tipo de agresión a las mujeres por el mero de serlo. Un año más, nos rebelamos ante las violencias que atraviesan todos los ámbitos de nuestras vidas. Este 2020 han sido asesinadas 81 mujeres que, contabilizadas desde el año 2010, suman ya 1094 y, aún, no lo llaman por su nombre: Terrorismo Machista.
NUESTRAS VIDAS IMPORTAN MAS QUE SUS BENEFICIOS
NO PAGAMOS ESTA CRISIS, UNA SALIDA CON JUSTICIA SOCIAL, ECOLÓGICA Y LIBRE DE VIOLENCIAS MACHISTAS
Hace meses que, cientos de Organizaciones, Colectivos y Plataformas, venimos trabajando en la construcción de una respuesta de la Clase Trabajadora y de la mayoría social, ante el rumbo que están tomando los acontecimientos con motivo de la pandemia por el coronavirus y de la crisis económica y social consecuente.
CGT expresa el apoyo y la solidaridad con el pueblo polaco que durante estos días se moviliza masivamente en respuesta a la supresión del derecho al aborto en el país
Las mujeres son las dueñas de sus cuerpos y por lo tanto tienen la libertad de elegir y decidir sobre ellos. Es por esto que desde la CGT se suman a la exigencia de un aborto libre, seguro y gratuito en los servicios públicos para todas las mujeres, incluidas las menores de edad.
Animamos a las trabajadoras empleadas de hogar a que se acerquen a los sindicatos para que, a través de la lucha conjunta, estas empleadas tengan los mismos derechos que el resto de las personas trabajadoras. derechos que pueden ser exigidos independientemente de la situación legal de la trabajadora y deben ser respetados por los empleadores o empleadora.
El juez considera que en este caso el cálculo de la incapacidad dentro de los trabajos parciales discrimina a las personas que trabajan a tiempo parcial frente a quienes lo hacen a tiempo completo y a las mujeres frente a los hombres, puesto que la mayoría de trabajadores a tiempo parcial son mujeres
Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) defendemos la soberanía de nuestros cuerpos y de nuestras vidas, desde nuestros acuerdos confederales como en la acción social y sindical de nuestro día a día. Entre otras muchas libertades, defendemos el derecho de las personas a decidir sobre su cuerpo y su futuro, si desean o no una maternidad o paternidad consciente y responsable.
Seis organizaciones feministas y por los derechos sociales han puesto en marcha una campaña para exigir responsabilidades y destituciones en los servicios públicos de vivienda Etxebide y de empleo Lanbide, ambos del Gobierno Vasco, por negar protección y ayuda a una mujer víctima de violencia machista y con discapacidad del 57%. e ignorar las recomendaciones al respecto emitidas por el Defensor del Pueblo-Ararteko.
Porque, si la huelga ha de serlo de producción y de consumo –también, claro, de distribución, como nos lo han enseñado los chalecos amarillos franceses-, ¿qué sentido tendrá que hablemos de repartir el trabajo si ignoramos al tiempo el relieve, ingente, del trabajo doméstico realizado de manera abrumadoramente mayoritaria por mujeres? ¿No habrá que reivindicar, y sin cautelas, una huelga que afecte al trabajo correspondiente?
El feminismo anarquista tiene una larga genealogía que he explicado en otros escritos y en conferencias. Esa genealogía tuvo un momento brillante y esplendoroso que se desarrolló en medio de una guerra. Agrupó a unas veintiocho mil mujeres, publicó la revista Mujeres Libres (iniciada en mayo de 1936) y llevó a cabo múltiples realizaciones prácticas al calor de una revolución social que tuvo una dimensión feminista no siempre valorada. Sus intuiciones teóricas fueron muchas, aunque insuficientes, el momento fue intenso, agitado y transformador.
«No nos hablen de los saqueos. Ustedes son los saqueadores. Estados Unidos ha saqueado a la gente negra. Los pueblos nativos fueron saqueados por los primeros que llegaron a este territorio así que saquear es lo que ustedes hacen. Lo aprendimos de ustedes. Aprendimos a ser violentos de ustedes. Aprendimos a ser violentos de ustedes. Violencia fue lo que aprendimos de ustedes. Entonces, si quieren que seamos mejores, entonces, maldita sea, sean mejores ustedes». (Tamika Mallory)
La actualidad de Claramunt está en su manera de entender el anarquismo: si la opresión brotaba de todos los ámbitos de lo social (no se limitaba solo a la explotación económica) estaba presente en cualquier tipo de institución o situación que supusiera la limitación de la libertad. Por esa razón, además de las luchas sindicales, fue una pionera en luchas en defensa de intereses comunitarios centradas en las condiciones de consumo antes que en las de producción, como fue el caso de la huelga de alquileres en la que participó en la primera década del siglo XX o la lucha contra la carestía de los alimentos en la segunda década.
Su vida fue un continuo «soñar hacia delante», una virtud anticipatoria que invadió su vida y la activó. Fue una poderosa fuerza motivadora que no solo se basó en el ideal anarquista, sino también en la imaginación, el arte y la belleza. La vitalidad de Goldman le dio fuerza para emanciparse de las rutinas cotidianas y, con ello, para mirar hacia el futuro. Construyendo el futuro, en el que estamos nosotras, abrió los espacios donde pudo proyectar sus deseos activos.
La actual situación de alarma social con un decreto de confinamiento en casa agrava la desigualdad de género y magnifica las desigualdades ya existentes. Esta pandemia, y su gestión, están teniendo y tendrán un coste especialmente alto para las mujeres dándose ya infinidad de situaciones en las que las mujeres nos encontramos en situación de desigualdad.
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha informado sobre una nueva carta remitida al Ejecutivo de Sánchez e Iglesias en la que presenta una tabla reivindicativa de derechos que considera imprescindibles para la clase trabajadora en los tiempos que se presentan. En este sentido, la CGT ha expresado al presidente que las trabajadoras y los trabajadores de este país no pueden volver a soportar las consecuencias de otra “crisis” como la de 2010.
Hace unos veinte años la llamada «economía feminista» empezó a hablar de la contradicción entre Capital y Vida, entre las cosas y la vitalidad (o lo vivo), entre la vida y las normas que la encuadran para desposeerla de su dimensión vitalista[1]. El Covid.19 ha puesto en primer plano la necesidad de que, para conservar la integridad de lo «vivo», sea necesario un conjunto de dispositivos para encuadrar la vida (evitando los riesgos de la pandemia), lo que de hecho significa quitar a la vida su dimensión vitalista.
Este año la crisis sanitaria que estamos viviendo hace que este 1 de mayo tengamos que celebrarlo confinadas en nuestras casas. Nos confinan para poder volver a la normalidad cuando su normalidad es el problema. Estamos en casa sí, pero no nos han tapado la boca.
Este año, aún más que nunca, tenemos que estar alerta, no podemos bajar la guardia.
Estamos ante un escenario inaudito, y desconocemos cual va a ser el devenir de los acontecimientos, pero sabemos que el capital va a intentar que una vez más, sea la clase trabajadora la que pague los platos rotos. Nosotras no queremos volver a la normalidad, porque la normalidad era y sigue siendo el problema.
Aurtengo osasun-krisiaren ondorioz, behartuta gaude maiatzaren lehena gure etxeetan konfinatuak egoten. Konfinatu gaituzte normaltasunera bueltatu ahal izateko, normaltasuna arazoa denean. Etxean gaude, bai, baina ez digute ahoa itxi.
Aurten, inoiz baino gehiago, erne egon behar dugu, adi. Egoera ezezagun honen aurrean, ez dakigu zein izango den gertaeren bilakaera, baina badakigu kapitala saiatuko dela, beste behin ere, langile-klaseak bere hutsak ordaintzen. Horregatik ez dugu normaltasunera itzuli nahi, normaltasuna baitzen guretzat arazoa eta oraindik ere baita.
Gure diskurtsoak dio mundu juxtuagoa posiblea dela. Krisi honetan, berriz ere, hau esan beharra dugu.
La crisis del Covid.19 está facilitando un regreso a los análisis y respuestas a la pandemia desde posiciones «neutras», soslayando la perspectiva de género, a través de mensajes afirmando que esta crisis nos afecta a todos por igual, que tenemos que luchar unidos, etc. Los feminismos hace mucho que criticaron la concepción unitaria, hegemónica y de motor de la historia del «sujeto Hombre». Esta época mediatizada por el Covid.19 nos está mostrando cómo, una vez más, no se tienen en cuenta los impactos de género que provoca la enfermedad. Si no logramos analizar esta pandemia desde la perspectiva de género pueden agravarse las desigualdades preexistentes, se pueden ampliar brechas y reforzar estereotipos y roles de género.
El predominio de las mujeres entre el personal sanitario es clamoroso, sobre todo en las categorías inferiores. Feminizado está también el sector de limpieza. Mujeres son también las cajeras de supermercado, las reponedoras, las farmacéuticas y sus empleadas, muchas de las que están en los quioscos de prensa, las cuidadoras de ancianos y ancianas en las residencias, el servicio doméstico, la prostitución, etc.
¿Todo esto quiere decir que el patriarcado se derrumba? ¿Qué habrá un reconocimiento específico a estas mujeres mal pagadas y normalmente invisibilizadas, más allá de los aplausos de las 20 h.? No lo creo. Ojalá me equivoque.
Estamos recabando el apoyo de las organizaciones sociales y de individualidades para empujar juntas por el reconocimiento de derechos, especialmente para los colectivos que se verán más golpeados por esta crisis.
Si estáis de acuerdo, enviadnos vuestra adhesión lo antes posible al siguiente enlace:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSc7l5rJlCqK-VVGwV5ynY45zMcaJ766phkUpLPmG6CnWqRdJg/viewform
Las organizaciones y colectivos Confederación Intersindical, COBAS, CGT, Ecologistas en Acción y Coordinación Baladre ante la grave situación que estamos atravesando y las consecuencias que ello puede tener para la clase trabajadora y para la ciudadanía en general, queremos trasladar una serie de medidas que entendemos deben ser puestas en marcha por el Gobierno de forma urgente e ineludible para mitigar el sufrimiento de las personas:
El 8 de marzo de 2017, millones de mujeres de muchas partes del mundo fuimos a una huelga histórica por ser la primera huelga de mujeres global que iba más allá de una huelga laboral, incluyendo ámbitos como huelga de cuidados, de consumo y estudiantil.
Es justo reconocer que el movimiento feminista transfronterizo y transcultural ha conseguido que estas luchas estén en las agendas públicas. CGT se ha implicado con este movimiento participando activamente, no sólo convocando las huelgas de los 8M, sino en las diferentes movilizaciones y acciones conjuntas.
Las mujeres en Euskadi, volveremos a la Huelga el 8 de marzo en coordinación con el Movimiento Feminista los Sindicatos ELA, LAB, CGT, CNT, ESK, ESTEILAS, EHNE y HIRU convocan HUELGA GENERAL.
La huelga general se plantea, como huelga laboral (convocando a la clase trabajadora); huelga de cuidados (que evidencie la sobrecarga e invisibilidad en el trabajo domestico y de cuidados); de consumo (minimizar la luz, el gas, las compras, restaurantes…), y estudiantil (buscando apoyo en organizaciones estudiantiles y sindicales).
El objetivo es PARAR LA VIDA EN TODA SU EXTENSION, y visibilizar el papel protagonista que tenemos las mujeres en el engranaje de la vida.