En el exterior de la sede en Bilbao de las Juntas Generales, en Hurtado Amezaga; se ha realizado una concentración donde varias personas ataviadas con trajes de baño de época han denunciado públicamente la pobreza hídrica que sufren cientos de familias; además, de exigir que el agua sea considerada -y gestionada- como un bien social que satisfaga las necesidades de las personas, y no como un negocio que genera pingües beneficios a las empresas gestoras.
En el último año el “Consorcio de Aguas” (según datos de la propia institución) ha efectuado 1.130 cortes domiciliarios en el suministro de agua. Ante esta situación se presentará en el trascurso de esta comparecencia la propuesta de un “Bono Social”; inicitiva elaborada para garantizar el acceso al agua de forma universal.