El nuevo decreto sobre reforma de las pensiones y prestaciones por desempleo, es el terrorismo en DIFERIDO del estado, que de aplicarse automáticamente causaría una explosión social, por el cual se penaliza a las personas mayores en situación de paro o próximas a jubilarse, mientras se ha prestado 250.000 millones en la ayuda a la banca en los sucesivos gobiernos de PSOE y del PP.
Primero ha sido la reforma laboral, donde se dotó a los empresarios de la herramienta para cambiar los puestos de trabajo fijos y bien renumerados, por otros precarios y mal renumerados, con lo que millones de personas se han visto abocadas al paro, las de las grandes empresas con buenas indemnizaciones, algunas a cuenta del erario público como Bankia y la mayoría con las miserables indemnizaciones previstas en la reforma laboral.
A partir de ahora a las personas mayores de 55 (antes 52) años que se les acabe el paro, se les acabará el subsidio como derecho individual y como principal recurso de protección social que tienen muchas de las personas que han sido despedidas al final de su vida laboral, ya que dependerá de los ingresos de la unidad familiar. Además esta prestación lleva pareja la cotización a la seguridad social, antes el 125% del salario mínimo, ahora el 100% y con aplicación del nuevo decreto, desaparecerá por lo que supondrá una reducción considerable de la pensión de jubilación.
También se endurecen las condiciones de acceso a la jubilación anticipada y parcial, que se necesitaran 35 y 33 años cotizados respectivamente, además se aumentan de 7,5% a 8%, los coeficientes reductores, para las personas que no tengan cotizados 38 años y medio.
Los jubilados parciales verán reducida su jornada entre un 25% y un 50% o incluso hasta un 75% si el trabajador relevista está contratado a tiempo completo y de manera indefinida. Dificultad añadida a la hora de contratar a la persona relevista.
En definitiva una vuelta de tuerca más para exprimir a los de siempre, a los más desfavorecidos de un sistema caduco y retrógrado.
