No negaré que hay un tipo de medios comerciales que, volviendo al caso de Cuba, exageran y manipulan cualquier información que les sirva para atacar al gobierno de La Habana y que nunca han contado ni contarán los avances logrados tras la revolución. Tampoco creo que nadie vaya a negar a estas alturas la ausencia de libertad de prensa en los países del desmoronado bloque socialista.
Y puesto que hay tantos intereses enfrentados y tanta manipulación informativa, sugiero que diversifiquemos las fuentes, que busquemos información directa e independiente y que nunca demos toda la credibilidad a una de las partes; en el caso de Cuba y en cualquier otro conflicto.