Ante el anuncio del Departamento de Educación del retorno a las aulas a partir del 18 de mayo para el alumnado de 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato, sindicatos, estudiantes, direcciones de centros y profesorado en general, decidieron no volver a las aulas a no ser que las condiciones para el retorno sean negociadas y garanticen la salud de la comunidad.
Educación se lava las manos y deja la responsabilidad de la reapertura de los centros en los equipos directivos, con una explicación a la Inspección de Educación de los motivos que le han llevado a optar por el retorno de un determinado alumnado y no de otro, o si las clases se realizan de forma telemática o presencial.