Los accidentes laborales no solo se pueden evitar con la precaución que ha de tener la persona trabajadora, la cual ha de estar formada correctamente por parte de la empresa para que se exponga al menor riesgo posible al realizar su trabajo; sino que se evitan con inversión tanto pública como privada, con planes de prevención efectivos, que miren por la vida y la salud de las personas trabajadoras y no por los intereses económicos de las empresas.
