Google ha implementado cambios en su motor de búsqueda, de manera que no aparezcan en las dos primeras páginas de resultados de una búsqueda, bloqueando el acceso de las personas usuarias, por el cual ha reducido el tráfico a los principales sitios de noticias de izquierda y alternativas en un 55 por ciento.
Una censura de esta magnitud equivale a construir una lista negra política. Este nuevo algoritmo empleado por Google, bloquea las noticias y opiniones de los colectivos que la compañía considera que no concuerdan con la ideología neoliberal. El manejo de listas negras políticas no es una práctica legítima dentro de las prerrogativas de Google como una empresa comercial. Es además un abuso flagrante de un poder monopólico y un ataque contra el derecho a la libre expresión.