Google ha implementado cambios en su motor de búsqueda, de manera que no aparezcan en las dos primeras páginas de resultados de una búsqueda, bloqueando el acceso de las personas usuarias, por el cual ha reducido el tráfico a los principales sitios de noticias de izquierda y alternativas en un 55 por ciento.
Una censura de esta magnitud equivale a construir una lista negra política. Este nuevo algoritmo empleado por Google, bloquea las noticias y opiniones de los colectivos que la compañía considera que no concuerdan con la ideología neoliberal. El manejo de listas negras políticas no es una práctica legítima dentro de las prerrogativas de Google como una empresa comercial. Es además un abuso flagrante de un poder monopólico y un ataque contra el derecho a la libre expresión.
Desde que Google, el monopolio de Internet, el 25 de abril de 2017 anunció que había implementado cambios en su servicio de búsqueda para dificultar que los usuarios accedieran a lo que llamó información “de baja calidad” tales como “teorías de la conspiración” y “noticias falsas” ha caído significativamente el posicionamiento global de tráfico de un amplio abanico de organizaciones izquierdistas, progresistas, contrarias a la guerra y de los derechos democráticos.
Dado que enormes cantidades del tráfico web son influidas por los resultados de las búsquedas, Google puede de hecho esconder o enterrar contenido que no le conviene mediante la manipulación de los posicionamientos de las búsquedas.
La compañía dijo en un post de un blog que el propósito central del cambio en su algoritmo de búsqueda era darle al gigante de las búsquedas un mayor control para identificar contenido considerado objetable según sus pautas. Declaró que había “mejorado nuestros métodos de evaluación e hizo actualizaciones algorítmicas” con el objeto de “hacer aflorar más contenido fiable”.
Desde abril, las publicaciones de izquierda que se presentan como progresistas, socialistas y antibélicas también han sufrido fuertes caídas en los resultados de búsqueda de Google:
- alternet.org cayó un 63 por ciento
- globalresearch.ca cayó un 62 por ciento
- consortiumnews.com cayó un 47 por ciento
- mediamatters.org cayó un 42 por ciento
- commondreams.org cayó un 37 por ciento
- internationalviewpoint.org cayó un 36 por ciento
- democracynow.org cayó un 36 por ciento
- wikileaks.org cayó un 30 por ciento
La reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York de este martes, donde el presidente estadounidense Donald Trump, amenazó con “destruir Corea del Norte” y atacar a Irán y Venezuela, la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, utilizaron el pretexto de combatir el terrorismo y “falsas noticias” para pedir medidas más drásticas por parte de las principales firmas tecnológicas para censurar Internet.
Justo el mes pasado, la Comisión Europea multó a la compañía con 2700 millones de dólares por manipular los resultados de las búsquedas para dirigir a los usuarios de manera inapropiada a su propio servicio de comparación de compras, Google Shopping. Ahora, parece que Google está usando esos métodos criminales para impedir que los usuarios accedan a puntos de vista políticos que la compañía considera objetables.
Este ataque a la libertad de expresión es una parte central de la respuesta de las élites capitalistas dominadas por la crisis al crecimiento de las tensiones geopolíticas globales y la inestabilidad económica y la radicalización política de las masas cada vez más amplias de personas trabajadoras y jóvenes.