Mujeres, muchas de ellas de origen extranjero, las que han ocupado esos huecos de manera formal y en muchos casos informal, como ya lo hicieron las autóctonas en otros tiempos. La falta de servicios sociales que atiendan determinadas situaciones como la dependencia, el cambio de las estructuras de los hogares, el aumento de familias reestructuradas, monoparentales, la ausencia de redes de apoyo familiares, la reducción en tamaño de las familias, la dispersión geográfica de las mismas, la falta de políticas de corresponsabilidad que permitan la conciliación de la vida laboral y personal, los modelos productivos, etc., hacen que el trabajo en el hogar, tanto las tareas domésticas como las de cuidado, tengan que ser cubiertos con personas que desempeñan un trabajo que merece tener los mismos derechos que el resto, dejan‐ do de ser una relación especial para ser una relación laboral común.

43.381 personas fallecieron en lo que va de año en las listas de espera de la dependencia.
Se está abonando sin atenciones a las 423.265 personas que están a la espera de un procedimiento. El tiempo de espera medio es de 430 días. El Ministerio de Derechos Sociales y las Comunidades no conseguirán el objetivo del plan de choque de reducir en 60.000 la lista de espera, que solo baja un -11,3% (-26.278 personas) en lo que va de año, aunque aumentan las personas beneficiarias en 87.701 (+7,2%).