Fue el 15 de enero, de hace cuatro años, la fecha en que el M. P. inició sus movilizaciones. Producto de esa pelea y resistencia consiguieron algunas mejoras: anular en la práctica el 0,25% y que nos subieran un poquito más del IPC los años 2018 y 2019 y el IPC en el 2020; que las pensiones mínimas subieran un porcentaje algo mayor; o que el coeficiente para el cálculo de la pensión de viudedad pasara finalmente al 60%.
Pero con la aprobación por el Congreso de la primera parte de la reforma de las pensiones, si no se para, supone un nuevo retroceso, con la pérdida este año de un 3,1% para las pensiones contributivas. Cuestión que no va a ser permitida por el M.P..
Por ese motivo, en las próximas semanas y sobre todo el 15 de enero, junto a la denuncia y crítica del conjunto del proyecto de la Ley de la primera parte de las pensiones, el movimiento de pensionistas de Euskal Herria va a poner el acento en que respeten y apliquen el IPC de este año que es del 5,6%, tanto para el cobro del retroactivo de la paguilla, como para actualizar nuestras pensiones al 31 de diciembre. Asimismo, exigirán los 1.080 euros en la pensión mínima, cantidad para poder vivir con un mínimo de dignidad.
El sábado 15 de enero, quieren llenar de nuevo las calles de las cuatro capitales de Hego Euskal Herria. E invitaran a todos los sindicatos y colectivos sociales con los que han compartiendo diversas iniciativas, a que se sumen a esta movilización, pues están en juego las pensiones, incluso con mayor gravedad para las próximas generaciones y una reforma laboral que no va a garantizar unos empleos y sueldos de calidad, con lo que el futuro de las pensiones de los y las trabajadoras en activo, en especial las de la juventud, se va a agravar, percibiendo cuando lleguen a la jubilación unas pensiones de miseria.
Una y otra vez, pretenden empujar a la gente a apuntarse a fondos de pensiones privados individuales, de empresa o sectoriales, para garantizarse un pequeño complemento a sus bajas pensiones públicas y que las aseguradoras, bancos, aseguradoras y demás jueguen con esos fondos, para lograr pingües e injustificados beneficios