Toda persona tiene derecho a salir de su país, derecho a entrar en otro cualquiera y derecho incluso a quedarse donde quiera y no regresar nunca al país de donde saliera.
Miles de muerto y desaparecidos, un continuo horror, tragedia tras tragedia y mientras las políticas de migración que la Unión Europea lleva adelante no importan las vidas humanas en juego. A Europa no le preocupa la cantidad de muertes. Que mueran pero lejos, es la consigna.
En Occidente se habla del derecho a la “libre circulación de personas” en general como un derecho natural, que sería el derecho a abandonar un territorio y el derecho a entrar en otro. Se considera que los occidentales tienen derecho a andar por cualquier país del mundo como turistas, como empresarios o como Pedro por su casa. Curiosamente, esos países niegan el derecho a entrar en Occidente a los habitantes del resto del mundo.