En el 15-M la sociedad civil reaccionó con un movimiento de indignación que trascendió etiquetas políticas y marchamos ideológicos. La gente salió a salvar a la gente. El actual gobierno «progresista» acumulan errores, incompetencias y mentiras en la gestión de la pandemia, saga a la que unen los atropellos a derechos y libertades perpetrados en el confinamiento forzado y el distanciamiento social. ¿Y ahora qué? ¿Nos resignamos o les mandamos al carajo?.
