El banco presidido por Ana Patricia Botín sumó unos beneficios de 10.186 millones esos dos ejercicios. Las correcciones y deducciones, así como las pérdidas fiscales de algunas de las casi 100 empresas del grupo, le permiten reducir su factura a Hacienda.
Al Banco Santander le salió a devolver la declaración del impuesto de sociedades en 2013 y 2014. El primer año el fisco debió reintegrarle 690 millones de euros y el segundo, 546 millones más, según consta en las declaraciones de ese tributo presentadas por la entidad a las que ha tenido acceso infoLibre. También tuvieron que devolverle las haciendas forales vasca y navarra: 15,8 millones de euros en 2013 y otros 12,41 millones el año siguiente. Y ello pese a que el grupo financiero presidido por Ana Patricia Botín cerró ambos ejercicios con cuantiosos beneficios: en 2013 ganó 4.370 millones de euros y en 2014, 5.816 millones más.
Según se desprende de las declaraciones presentadas por el Santander como grupo consolidado, en 2014 su base imponible fue negativa en 591,23 millones de euros, una vez restadas correcciones sobre su base imponible inicial por diferentes conceptos: diferimiento de resultados internos (226,62 millones de euros), doble imposición y deterioros de valor de participaciones en fondos propios (un total de 1.821,85 millones). Además, contribuyen a rebajar la factura final a Hacienda las bases imponibles negativas de las empresas del grupo, por importe de 13.090,55 millones, que no compensó entre los ejercicios de 2008 a 2012.