Para los que entonces aún no estaban en activo, hay que recordar que la “Operación Reformista” fue un intento de crear un partido bisagra capaz de condicionar la política española más allá del doblete entre socialistas y conservadores. Aquello se fletó en 1984 bajo la denominación de Partido Democrático Reformista (PDR) y contó con la financiación a fondo perdido de los grandes de la banca y la patronal. Su portavoz informativo fue el Diario 16 de Pedro J. Ramírez, y sus máximos exponentes eran dos abogados de postín: Antonio Garrigues y Miguel Roca. Como secretario general figuraba el empresario Florentino Pérez, hoy patrón disimulado de algunos de los medios de comunicación preferidos por la sedicente izquierda.
