“Soy un rapero al que el Estado español puede condenar hasta a 12 años de prisión por hacer canciones y escribir en Twitter”, explica Pablo Hasel en un vídeorealizado pero la plataforma creada en su apoyo desde que, en 2015, el rapero comenzara sus visitas alos juzgados
El próximo 1 de febrero, Hasel volverá a ser juzgado en la Audiencia Nacional, esta vez por cantar canciones críticas con la monarquía, por mensajes en redes sociales de denuncia de brutalidad policial y por otro en el que denuncia la muerte de Isabel Aparicio, militante de Grapo que falleció en abril de 2014 en la prisión de Zuera, según denuncian desde colectivos como Socorro Rojo, a causa de la ausencia de atención médica que recibió. La Fiscalía pide, en este juicio, hasta cinco años de cárcel.
La canción, titulada Juan Carlos El Bobón, comienza con el extracto de una entrevista realizada por una televisión francesa al rey Juan Carlos, en 1969, en la que este elogia a Franco. La letra de la canción, entre otras críticas a la Casa Real, apunta la criminalización de la crítica a esta institución.
Los tuits por los que también se acusa a Hasel, este hace referencia a los supuestos “negocios mafiosos” entre la Casa Real y Arabia Saudí.
Pablo Hasel ya fue condenado en 2014 a dos años de prisión por el contenido de sus canciones, pero la Audiencia Nacional acordó la suspensión de pena.
El rapero también tiene dos causas más pendientes, con las que las penas de cárcel a las que se enfrenta podrían sumar hasta los 12 años. Según explica el el vídeo publicado por la plataforma, una de estas causas es “por despreciar a un jugador de fútbol nazi”, en referencia al futbolista Roman Zozulya.
“Aquí somos los antifascistas quienes somos acusados de delitos de odio contra el fascismo, y no a la inversa”, lamenta Hasel en el vídeo.
La otra causa es, según explica, por denunciar que la policía local de Lleida utilizó un falso testigo para encubrir en un juicio una brutal paliza a un compañero que estaba enganchando carteles sobre el derecho a la autodeterminación.