Parece que el coche está en el centro del huracán, y ya hace algún tiempo.
Primero fue el escándalo de los tests trucados de emisiones de los Volkswagen – que luego se vio que otros fabricantes también trucaban.
Después se empezó a insistir en que los coches de diésel emiten muchas partículas contaminantes y que deberían de ser eliminados.
A esto le siguieron anuncios de las diversas compañías automovilísticas, diciendo que ya no iban a seguir desarrollando nuevos motores de diésel. Desde ya prácticamente (2020).