Después de un intenso fin de semana, con fructíferas asambleas en la plaza de la République, los indignados de París toman impulso para una segunda semana de acciones. El eco de la indignación resuena también en otros rincones del país y una treintena de ciudades de toda la geografía francesa, como Lille, Estrasburgo, Burdeos, Lyon o Toulouse han establecido sus propias acampadas y asambleas en sus plazas más simbólicas
Ni la lluvia ni el frio de los primeros tres días lograron mermar la ilusión. De forma progresiva desde el jueves, cada tarde más y más personas han acudido a la cita diaria en esta plaza, centro neurálgico de la protesta en la capital francesa. Así como la intensa lluvia del sábado dio paso a un domingo cálido y soleado, el movimiento de Nuit Debout (Noche en pie) en París vio la luz de una organización cada día un poco más fuerte.
Una de las preocupaciones acuciantes era la falta de diversidad entre la gente que integra el proyecto: los primeros días, la plaza de la République estuvo ocupada principalmente por estudiantes universitarios, jóvenes y blancos de clase media. “Tenemos que atraer a quienes también componen la sociedad francesa y no están aquí: agricultores, obreros de las fábricas, taxistas y a la población negra y árabe”, reclamaba un interviniente en una de las asambleas.