Las cuentas de la Seguridad Social, muy deterioradas ya por la persistencia del paro y la precariedad en el empleo, van a sufrir un varapalo adicional en 2016 debido al coste de algunas decisiones anunciadas por Mariano Rajoy en plena campaña previa a las elecciones del 20-D.
Eso significa que, salvo un aumento de los ingresos muy superior al previsto, el sistema deberá seguir recurriendo masivamente al Fondeo de Reserva, más conocido como hucha de las pensiones, que el Gobierno de Mariano Rajoy dejó a la mitad en la última legislatura.
Una de las promesas de Rajoy que entrará en vigor este año se refiere a la exención del pago de cuotas a la Seguridad Social de los primeros 500 euros de salario. Desde su entrada en vigor en febrero de 2015, esa medida, dirigida en teoría a reducir el altísimo nivel de temporalidad que caracteriza al mercado laboral español, afectaba sólo a los nuevos contratos indefinidos. A partir de ahora, sin embargo, se hará extensiva a la conversión en fijos de los que no lo sean, según anunció el presidente del Gobierno en funciones durante la campaña electoral.
Otra promesa suya, que ha entrado en vigor en enero, fue un complemento de pensión para las madres, con el que se pretende premiar la natalidad, cuya tasa está en nuestro país entre las más bajas del mundo. Se trata de una mejora escalonada: del 5% para las mujeres con dos hijos, del 10% si tienen tres y del 15% para cuatro o más, con independencia de que sean naturales o adoptados. El complemento se aplica indistintamente a las pensiones contributivas de jubilación, a las de viudedad y a las de incapacidad permanente.