Pronto será difícil oponerse a la guerra sin que te llamen antipatriota. Todos unidos frente al terror yihadista. Aunque en España hace 11 años que no actúa. A mí me dan más miedo los que juegan con nuestro miedo. La probabilidad de que afecten a mi vida es mucho mayor.
Las imágenes del terror nos bombardean desde la televisión. Hemos visto, una y otra vez, los vídeos grabados con el móvil en Bataclan, los muertos en el suelo, las cámaras de vigilancia que grabaron los tiroteos, las estampidas en París, los charcos de sangre, los agujeros de bala, las fotos de los yihadistas, las redadas policiales y el contingente militar propio de un estado de sitio.
El terrorismo consigue sus objetivos gracias a la retransmisión del terror. Se amplifica, se magnifica, se multiplica. Entonces salen los políticos a escena y dicen la palabra mágica: guerra. Y de golpe y porrazo, un atentado en París convierte a Europa en Armageddon. La sociedad del espectáculo transforma el terrorismo en una película bélica.