Durante varios meses, grandes sectores de la población han estado confinados en casa y, por lo tanto, la educación de criaturas, niños y niñas y jóvenes ha sido a distancia, es decir, por medios digitales. Pero esta situación ha tenido consecuencias enormemente negativas que explican la resistencia de la ciudadanía a continuar tales confinamientos. Entre ellas está el gran retraso escolar que ha causado la interrupción de la docencia presencial. El cambio obligado en el modelo de educación debido a la pandemia, de presencial a virtual, ha implicado, para grandes sectores del alumnado, un impacto negativo muy significativo para su desempeño escolar.
