No queremos volver a su normalidad porque la normalidad es el problema, ya que es sinónimo de represión, precariedad, explotación, opresión y devastación de los recursos naturales. Y los políticos que la representan son parte del problema.
Las elecciones son un fraude, donde no elegimos nada. Porque los que gobiernan no mandan. Los que mandan no se presentan a las elecciones, son los grandes capitalistas, banqueros y empresarios de las grandes empresas