CGT ha dejado muy claro que la única hoja de ruta que contempla como organización es la movilización sin límite contra la decisión de Nissan. En este sentido, CGT ha recalcado que se tomarán las decisiones que sean necesarias para evitar los despidos, desde la ocupación de la fábrica, la paralización del polígono en la zona franca o las presiones a los Gobiernos de turno para que la nacionalicen o la socialicen sin ningún tipo de miedo a las consecuencias de estas acciones.
