El tándem-casta CCOO-UGT casi nunca defrauda. La realidad suele superar al mito. Su trayectoria supone una carrera de epifanías, en cuanto a su capacidad para promocionarse en nuevas realidades, y un menosprecio de los principios. Porque a falta de masa crítica en la opinión pública, sus respectivas direcciones pueden decir una cosa y hacer lo contrario, o viceversa.
