A partir de 2015, miles de voluntarios occidentales viajaron a Rojava y Sinyar (en Siria e Irak) para combatir al Estado Islámico del lado de las milicias kurdas YPG e YBS. Y entre ellos, un centenar largo de españoles. Aquel escenario reunió a menudo en las mismas filas a anarquistas, comunistas, cruzados y militantes de la Alt-Right. Lo que la Guerra Civil y la ideología separó, lo unió el Daesh.
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La mayoría de ellos regresaron a Europa tras servir seis meses en la guerrilla. Otros, volvieron al tablero de batalla siro-iraquí intermitentemente y algunos se quedaron y aún siguen combatiendo. En Sinyar, la zona yazidí de Irak, hay presencia estable de españoles desde que se creó la unidad internacional de las YBS.
Este trabajo es un documento único donde se describen las dificultades a las que tuvieron que hacer frente estos voluntarios tanto en el Kurdistán de Irak o en Siria, como a su retorno a Europa, donde sufrieron y aún se enfrentan a investigaciones judiciales y descrédito social. Era una situación insólita porque, de un lado, se denunciaban las atrocidades del Daesh y por otro, se perseguía a quienes decidieron ir a combatir al yihadismo. La Audiencia Nacional, por ejemplo, intentó imputar más de sesenta homicidios al francotirador gallego Arges Artiaga. Dos voluntarios de Reconstrucción Comunista llegaron incluso a ser procesados.
En realidad, las autoridades españolas no sabían muy bien cómo lidiar ni qué trato dispensar a los voluntarios de estas milicias. Ni siquiera la opinión pública tenía muy claro qué clase de pulsiones les condujeron hasta allí y menos todavía, la legitimidad de las razones que les empujaron a arriesgar sus vidas. Si algo era evidente es que no eran mercenarios porque no vendían sus armas. El movimiento de solidaridad que despertó la irrupción del ISIS y la gente que acudió a combatir desde todos los rincones del mundo fue inevitablemente comparado con el de los internacionalistas de la Guerra Civil.
Tres milicianos españoles murieron combatiendo y uno se quitó la vida a su retorno. Varios más fueron heridos. Una docena larga más de combatientes de las YPG y las YBS han sido encarcelados a su regreso a España en la prisión kurda de la Asayish, en Erbil (Kurdistán iraquí). Durante su estancia en la penitenciaría, la mayoría sufrió torturas. Se les acusaba de haber viajado a la región iraquí de Sinyar o al norte de Siria (Rojava) para combatir al Daesh y Turquía en las milicias de Rojava. Ankara no establece diferencias entre el PKK y el resto de las unidades que combatían bajo el ala del Ejército norteamericano (YBS e YPG). A sus ojos, los voluntarios son y deben ser tratados como terroristas.
Entre los privados de libertad se halla el propio director del documental (el periodista Ferran Barber), encarcelado por los peshmerga de Barzani durante más de un mes, el verano de 2019, tras visitar un valle cristiano iraquí ocupado por el PKK y conocido como Nahla, cuando trabajaba junto a un equipo alemán de televisión de Tele Sieben en la producción de un documental para una cadena germana. El reportero parte de su propia experiencia -narrada en varios medios escritos de comunicación- para hilvanar los hechos que afectan a todos los españoles desplazados a esa zona.
Desde 2014 a 2019, Barber pasó cerca de tres años sobre el terreno cubriendo en exclusiva eventos singulares como la batalla de Mosul o la caída del califato. El aragonés fue el último reportero en abandonar Raqqa y uno de los primeros en dar a conocer su rendición. Buena parte del tiempo que pasó en el frente lo hizo junto a los voluntarios que protagonizan el documental. Ferran ya había cubierto en 2003 la caída de Sadam Hussein y pasó cerca de tres meses en Irak durante la invasión norteamericana del país.
Por primera vez, en este trabajo se entrevistan sobre el terreno a algunos de los milicianos más conocidos, de todas las ideologías, desde anarquistas a comunistas y cruzados, que han tomado parte en el combate o se dan a conocer los entresijos que rodeaban a su actividad en Raqqa, Sinyar City u otras ciudades icónicas en el conflicto. El equipo habla también con los familiares y amigos de algunos de los caídos, y analiza las razones sicológicas profundas que dieron fuelle a los españoles que han tomado parte en el conflicto.
Sobre el director
Ferran Barber es un periodista aragonés de investigación con más de 30 años de experiencia cubriendo asuntos sociales y conflictos. Ha colaborado o trabajado con la práctica totalidad de medios de referencia españoles de las últimas décadas. Su trabajo se ha desarrollado en más de sesenta países. Entre ellos, ha cubierto conflictos y asuntos sociales en Sierra Leona, Liberia, Serbia, Bosnia, Croacia, Irán, Japón, Escandinavia, Lituania, Letonia, Grecia, Albania, Macedonia, Ucrania, Sahara Occidental, Guinea Ecuatorial, Turquía y Siria. En Irak, cubrió la caída de Sadam Huseein en 2003 y regresó en 2014 para hacerse eco de los eventos relacionados con la aparición del ISIS. Barber está especializado en minorías y es autor de una novela y del primer libro periodístico en español sobre los pueblos no musulmanes de Oriente Medio, y más particularmente, el asirio y el yazidí. Ha dirigido también varios documentales sobre asuntos relacionados con Oriente Medio.
Sobre el documental
Este documental es el primero de una serie producida por Freedom & Worms, en colaboración con Rojo y Negro de la CGT. Está previsto que la próxima primavera se estrene un nuevo trabajo sobre la herencia del anarquista Néstor Majnó en la Ucrania moderna. El equipo de Freedom & Worms pasó con tal fin cerca de dos meses recorriendo Ucrania, desde las áreas de conflicto y los frentes del Donbass al mar Azov, Odessa y Chernobyl. La serie financiada por Rojo y Negro lleva por nombre “audiovisual, directa”.
Si te dicen que caí en Rojava
Perseguidos por combatir al Estado Islámico. Serie “audiovisual, directa”. Producido por Freedom & Worms y Rojo y Negro / CGT. Escrito y dirigido por Ferran Barber. Duración, 57 minutos.