LA MAGIA DE LA COMPETITIVIDAD
Hace años, ya en la “bonanza” que la oficialidad recurría al indefinido concepto de la “Competitividad” para el desarrollismo pretendido: Ganar más, crecer más, más empleo, etc.
Sin embargo, no sé por qué, me pone en guardia el hecho de que reclamen “más competitividad” quien gana desorbitadamente, quien tiene cláusula de salvaguarda millonaria si le despiden, quien no mueve un dedo si no le recompensan, quien sus ingresos por encima del IPC son riqueza en lugar de inflación, etc.
Porque ¿qué es la competitividad? Podría ser la exigencia de la cualidad de ambidiestro a todo trabajador manual, para martillear con la derecha mientras rasea con la izquierda o llevar dos bandejas a la vez si es camarero. Podría ser la exigencia de un mínimo de 3 licenciaturas para remuneraciones de más de 30.000 €/año, aunque la base de su función sea vender cacerolas o hacer que se vendan.