Ayer un centenar de personas se han concentrado ante la Delegación del Gobierno Vasco en Bilbao para denunciar el último recorte social aplicado por el Servicio Vasco de Empleo-Lanbide por el cual miles de personas acogidas en recursos asistenciales y en proyectos de inserción social no podrán optar a las diferentes prestaciones sociales que gestiona Lanbide. En concreto, sólo en Bilbao -y según datos del Ayuntamiento-, 1.000 personas del municipio dependen de estos recursos asistenciales.
El Gobierno Vasco, están excluyendo a los colectivos más vulnerables y más necesitados; a la vez que imposibilitan toda capacidad de inclusión social:
-Las personas que viven en la calle y que intenten acceder a la RGI a través de un “empadronamiento colectivo” en los pisos, centros de día y albergues verán denegada su solicitud.
-Las personas que residan en pisos de inserción o acogida de forma temporal, por diferentes motivos (exclusión social, enfermedad mental, minusvalías…) no van a poder independizarse, ni hacer una vida autónoma.
-Los diferentes planes de inserción caerán en saco roto al no disponer las personas destinatarias de los mismos de ninguna ayuda económica para poder desarrollar una vida digna e independiente.