1_ 1_  ForgesHace años, ya en la “bonanza” que la oficialidad recurría al indefinido concepto de la “Competitividad” para el desarrollismo pretendido: Ganar más, crecer más, más empleo, etc.

 Sin embargo, no sé por qué, me pone en guardia el hecho de que reclamen “más competitividad” quien gana desorbitadamente, quien tiene cláusula de salvaguarda millonaria si le despiden, quien no mueve un dedo si no le recompensan, quien sus ingresos por encima del IPC son riqueza en lugar de inflación, etc.

Porque ¿qué es la competitividad? Podría ser la exigencia de la cualidad de ambidiestro a todo trabajador manual, para martillear con la derecha mientras rasea con la izquierda o llevar dos bandejas a la vez si es camarero. Podría ser la exigencia de un mínimo de 3 licenciaturas para remuneraciones de más de 30.000 €/año, aunque la base de su función sea vender cacerolas o hacer que se vendan.

A todos nos acaba quedando claro que, al menos en el estado español, en la práctica, la invocación a la “Competitividad” es sinónimo de EMPOBRECIMIENTO personal. Menores salarios, abaratamiento del despido, acortamiento de la vida laboral, rebaja de cotizaciones empresariales, ampliación de jornada, disponibilidad total ante el trabajo, etc.

Es más, tanto tertuliano, habitantes de una estrella sideral que no conocen ni por asombro la realidad que comentan, acaba por invocar la varita del I+D+I como solución desarrollista que nos hará “competitivos” en una economía global. Para ello, desgravaciones, facilidades laborales, ausencia de cargas sociales, etc.

 Ahora bien, para que un negocio se ponga en marcha en nuestra Sociedad ¿qué resulta realmente imprescindible y es un coste fijo de arranque?: Local o locales, Financiación ajena, Gastos fijos de instalación-energía, agua, luz y nuevas tecnologías-

 Mirando los datos ciertos, resulta que el estado Español viene sufriendo una burbuja inmobiliaria y hemos alcanzado la locura en el precio de locales de todo tipo y ahora en su estallido, un amplísimo porcentaje de ellos pasarán a manos de fondos de inversión y similares para sacarles rentabilidad. Por tanto, alto coste de instalación.

 Nuestro Sistema Financiero es líder europeo en el cobro de comisiones por servicios y en el margen bruto de intereses. Es decir, el diferencial entre la remuneración de depósitos y el cobro en préstamos y créditos. Es más, las entidades supervivientes que aún presentan beneficios en España, realzan este dato de sus balances, porque el margen bruto de interés viene creciendo en la crisis por encima del 10% interanual. Luego, la financiación en España no sólo es difícil, sino realmente especialmente gravosa. Por tanto, alto coste de financiación.

 El estado Español cuenta con las principales empresas Eléctricas y de Energía del mundo (todas ellas fruto de privatizaciones de antaño), pero curiosamente somos el segundo país de la UE con la electricidad más cara. Por tanto, alto coste de la electricidad.

 Las gasolineras españolas, cuasi monopolio de REPSOL y CEPSA-multinacionales españolas tras su privatización antaño-, han cerrado el ejercicio 2012 con el mejor resultado de su historia en el margen bruto del precio de los combustibles. Es decir, descontando los impuestos del precio final de la gasolina-gasóleo, en 2012 ha batido récord la diferencia entre el precio de producción y el de venta. Por tanto, alto coste de la energía necesaria para todo.

 Ni que decir que una de nuestras empresas más internacionalizadas es Telefónica, otro producto de la privatización de antaño, presente en multitud de países europeos y mundiales. Por eso, en velocidad, precio y servicios de las nuevas tecnologías de la comunicación-internet y sus derivados-, el estado Español está situado a la cola de la UE-15: Más precio por menos servicio y velocidad. Por tanto, alto coste de nuevas tecnología y mal servicio.

 La reducción de los precios de instalación, financiación, electricidad, energía y nuevas tecnologías, ¿no es acaso un factor determinante en el grado de competitividad de cualquier economía? ¡Desde luego que sí! Es más, en un estado donde el 80% del empleo está en empresas medianas y pequeñas un incremento de su Competitividad por la vía de la reducción de estos gastos fijos, representaría un mayor margen de beneficios, de generación de empleo, de competitividad.

 Sin embargo, a nuestras grandes corporaciones inmobiliarias (Acciona, FFC, etc.), a nuestros grandes Bancos (Santander, BBVA, etc.), a nuestras grandes empresas eléctricas (Endesa, Iberdrola, etc.), a nuestras grandes empresas energéticas (Repsol, Campsa, etc.) y a nuestra gran empresa de la comunicación (Telefónica), LES VA VIENTO EN POPA en la crisis y aún mejor en la bonanza. Para ellas, competitividad es subcontratar, externalizar, deslocalizar, suprimir empleos, despedir más barato, etc.

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