Montoro, en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico vasco, se ha expresado en estos términos al ser preguntado por la reestructuración de Mercedes-Benz en España.
Dicho proceso de la firma automovilística, que tiene una fábrica en Vitoria, consiste en segregar las unidades de negocio de furgonetas y camiones, así como el centro logístico de recambios, modificaciones que podrían costar a la Hacienda de Álava pérdidas de hasta 200 millones de euros por ajustes en el pago del IVA a causa de los productos importados.
Pese al consenso resultante de la reunión entre los Gobiernos central y vasco, del que han salido las cifras definitivas para la Ley de Cupo quinquenal y el Concierto, Montoro ha señalado que ninguno de los acuerdos, en especial el que se refiere al análisis del régimen de compensación del IVA a la importación, está relacionado con la nueva situación de Mercedes-Benz.
“Desde las administraciones, lo que estamos haciendo es facilitar las cosas para que una industria que tanto desarrolla en servicios y transportes nos siga trayendo proyectos de innovación y puestos de empleo”, ha subrayado.
Creación de una mesa de trabajo para estudiar situación de Mercedes-Benz
Sin embargo, ha anunciado la creación de una mesa de trabajo cuya función será la de estudiar las consecuencias económicas que puedan producirse a raíz del cambio en la tributación de la empresa, que ha pasado de gestionar la actividad comercial de Vitoria a través de la Hacienda foral a hacerlo a través de tres sociedades distintas.
Ayer mismo, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acudió a la planta de la capital vasca acompañada de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, donde resaltó el “liderazgo” que ha conseguido mantener la firma de motor debido a su “capacidad de actuación e innovación”.
La planta de la capital alavesa genera alrededor de 3.500 empleos directos, 13.000 indirectos y una actividad que representa hasta el 2,9% del Producto Interior de Euskadi.