Posted by Un año más llega el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, día en el que las calles se llenarán de manifestaciones, día en que la clase política de todo el estado saldrá a hacerse la foto y a intentar copar los medios de comunicación, donde dirán su clásico discurso, el cual caerá en el más absoluto olvido a la mañana siguiente.
Para nosotras y nosotros el 8 de marzo significa mucho más que eso. Para esta Federación la llegada de esta fecha tiene que ser el inicio de las reivindicaciones que seguiremos exigiendo durante los siguientes 364 días del año, porque para la FESIM, aunque suene a frase hecha, todos los días son 8 de marzo.
Porque según el V informe de Gestha (AEAT) “Brecha salarial y techo de cristal”, la brecha salarial se ha ensanchado aún más durante la pandemia, a causa de la precariedad, puesto que casi 4 millones de mujeres no llegan al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), es decir, el 44% del total de las ocupadas; en términos porcentuales, las mujeres tendrían que cobrar un 27,6% más para igualar el sueldo de los hombres (techo de cristal). Además, las diferencias de sueldo se agravan sobre todo en las edades en las que se concentra la maternidad y el cuidado de las personas ancianas (suelo pegajoso y doble presencia). Según Eurostat, 1 de cada 4 mujeres asalariadas del estado español viven en situación de pobreza y riesgo de exclusión social.
Y es precisamente en esta, la Federación Metalúrgica de la CGT (FESIM), donde esas reivindicaciones y esas exigencias se deben de hacer notar más; la realidad de un sector totalmente masculinizado, donde es patente la desigualdad, empezando por las dificultades en el acceso al empleo, ya que más del 80% de las plantillas son hombres, hacen que desde la FESIM tengamos que tener un compromiso aun más fuerte para acabar con las desigualdades laborales y sociales que las mujeres y personas de géneros disidentes encuentran día tras día en este sector.
Recientemente, en nuestra Conferencia Sindical, uno de los asuntos a tratar y uno de los acuerdos más importantes, ha ido precisamente en esta línea, la de apostar por una acción sindical más directa en este ámbito, por una lucha diaria en los centros de trabajo y en las calles para conseguir un igualdad laboral real en este sector, por el incremento de la formación con perspectiva de género a nuestras delegadas y delegados, y por una mayor participación de la mujer tanto en las bases, como en los órganos de gestión de los diferentes Sindicatos del Metal de la CGT.
Desde la FESIM hacemos un llamamiento no sólo a llenar las calles el próximo 8 de marzo, si no a que la lucha feminista la realicemos todos los días en nuestro centro de trabajo, en nuestras casas, en nuestros barrios, en definitiva, en nuestra vida.
Metalúrgicas en lucha
