El neofranquismo en el poder, el viernes se ha sacado de la manga con premeditación y alevosía, aprovechando las fiestas navideñas y el impacto de la nueva ley del aborto, un nuevo decreto por el cual los empresarios van a tener a su entera disponibilidad a los trabajadores con contrato a tiempo parcial para modificar su horario laboral y la realización de horas extraordinarias.
Además, el citado decreto da más poder a las empresas de trabajo temporal (ETT) ya que podrán formalizar contratos de prácticas para ponerlos a disposición de otras empresas, algo que hasta ahora tenían prohibido, ya que junto a la anterior autorización de registrar contratos formativos, les sirven a los empresarios en bandeja mano de obra joven, barata, flexible y sin derechos, para su explotación.
Este decreto introduce cambios que fortalecen el poder de las mutuas, donde podrán proponer el alta del trabajador al sistema público de salud. Con el modelo actual el médico tenía quince días para responder y, si no lo hacía, se entendía que la propuesta de alta se rechazaba. Eso cambia: tendrá que contestar en cinco días y, en caso de silencio, se le dará el alta al trabajador.