CGT denuncia que, en noviembre y diciembre, la dirección de los grandes almacenes se salta la legislación y obliga a hacer jornadas seguidas de hasta 15 horas con descansos de menos de siete horas en algunos casos.

Cuando los muertos son inmigrantes, gente humilde y clase obrera
No hay preparados “minutos de silencio” previos a la celebración de grandes acontecimientos deportivos por los muertos de la Torre Grenfell, ni en ningún palacio de reyes, emires y jeques, se tiene previsto alzar banderas a media asta en señal de duelo por el trágico fallecimiento de los inmigrantes que encontraron su infierno en Europa.
El devastador incendio de la Torre Grenfell de Londres, que provocó más de cien muertos y heridos, (la mayoría inmigrantes: negros y musulmanes, gente humilde y obreros) ha dejado indiferentes a los líderes de “el mundo civilizado”, cuya desidia ha quedado plasmada en la cara de “la dama de hielo”, la primera ministra británica Theresa May.
Otro gallo hubiera cantado si las víctimas hubieran sido blancos de buena cuna. Hubiéramos visto cómo contenían las lágrimas los compungidos rostros de Donald Trump, el príncipe de Mónaco, los presentadores de televisión, y hasta la propia Reina Isabel II, que ha jurado vivir mil años para hundir definitivamente a su hijo, el Príncipe Carlos. Ella desea, como todos sabrán, criogenizarse para volver a lucir la corona en el 3017.