Las personas migrantes no pueden solicitar el permiso de residencia y trabajo por arraigo social, a pesar de que por fin hayan conseguido cumplir con todos los requisitos. No pueden conseguir renovar sus documentos de identidad, lo que nos imposibilita poder firmar un contrato de trabajo, el alta en la seguridad social, e incluso cobrar el sueldo. No pueden viajar a visitar a sus familiares y tantos otros inconvenientes. En resumen sin citas no pueden ejercer sus derechos.
