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La asamblea general convocada por ELA, LAB, ESK y CGT reunió ayer en el frontón Auzolan del Casco Viejo a cerca de 700 trabajadores. (Mikel Barazón)
Vitoria. Euskadi tiene desde ayer un problema menos. Y además, uno de los gordos. En concreto, el que venía enquistándose desde hacía siete meses en Mercedes, uno de los dos motores industriales de Álava y una compañía de cuya actividad depende también un buen número de empresas auxiliares en el País Vasco. El preacuerdo anunciado ayer entre la dirección y la mayoría del comité -UGT, CCOO, Ekintza y USO- adquirirá rango oficial el próximo martes y previsiblemente tres días después deberá ser aprobado en referéndum por los 3.200 trabajadores. El objetivo de Mercedes es que la planta tenga los deberes hechos antes de la visita del jefe mundial de la división de furgonetas, que tendrá lugar el 6 de octubre.
Según las cuatro centrales firmantes el acuerdo, dadas las circunstancias, “es bueno” o incluso “muy bueno” si se lo compara con multinacionales hermanas en el sector como Seat, que ha congelado las nóminas de sus trabajadores y endurecido sus condiciones laborales, o la cercana Michelin, en pleno proceso negociador y cuyo punto de partida para empezar a discutir su nuevo convenio dista mucho de los planteamientos que ayer se acordaron en Ali Gobeo. A juicio de CCOO, que ayer envió un avance de la reunión a su afiliados, el pacto ofrece estabilidad a la planta, crea inversiones y empleo y mantiene un poder adquisitivo “aceptable” y “sostenido”.
Para ELA, LAB, ESK y CGT, sin embargo, la postura alcanzada es “lamentable”, puesto que “va a suponer un grave retroceso en la defensa de los intereses de los trabajadores, especialmente los del taller”, denunció ayer a este diario Santi Díaz de Espada, de LAB. “Que nos enteremos por la prensa del preacuerdo ya está mal, pero que actúen como un apéndice de la dirección ya no tiene razón de ser”, insistió el portavoz.
El clima de crispación existente entre ambas facciones ya viene de lejos. De incluso antes del verano, cuando un cruce de acusaciones y descalificaciones dinamitó la unidad del comité. El enésimo y paradójico capítulo de este enfrentamiento se produjo ayer, cuando ambas partes evidenciaron su total falta de sintonía. Mientras que una parte negociaba en la fábrica el convenio y el futuro de la planta, la otra, a la misma hora, realizaba una huelga de tres horas para debatir en una asamblea general cómo actuar ante una negociación de la que afirman haber sido excluidos. Bajo el lema de Queremos negociar, estas cuatro centrales lograron reunir en el frontón Auzolan a cerca de 700 trabajadores “que están dispuestos a dar más pasos”.
los detalles del preacuerdo Paradojas al margen, los aspectos más representativos del preacuerdo alcanzado son los siguientes. En materia salarial, la plantilla incrementará sus nóminas un 2,5% desde el presente año hasta 2014, añadiéndose al final de cada uno de estos cuatro años una prima anual de 100 euros. Para 2015 está previsto que el incremento sea del IPC real más el 0,25%, además de una prima de 250 euros. Los pluses derivados de cada sábado trabajado no se bajarán un 25%, como planeaba la empresa, sino que se mantendrán exactamente igual que hasta ahora (92 euros). Tampoco la jornada laboral se incrementará. El preacuerdo cierra un calendario de 214 días, con una condonación de dos jornadas de bolsa por cada trabajador. Y en referencia a la producción, un matiz sustancial que fue posible en el último momento para fijar las condiciones que han de darse para que un turno pueda ser suspendido de forma “prematura” por la empresa. Para Mercedes, además de una avería de más de cuatro horas, “la falta de suministro grave e imprevisible”
sería razón suficiente para finalizar cualquier turno a las primeras de cambio. Sin embargo, el documento remitido ayer por CCOO eliminaba este argumento para suspender temporalmente la producción. Del resto de detalles darán cuenta estas cuatro centrales en sus respectivas asambleas, que celebrarán entre el martes y el miércoles de la semana que viene.
Con el convenio colectivo aprobado llegarán los compromisos de la empresa y también el peaje que la plantilla tendrá que pagar por llevarse el gordo. Vitoria ensamblará el nuevo modelo VS20, que sustituirá a la Vito y la Viano y que asegurará carga de trabajo hasta 2024. También recibirá inversiones por valor de más de 500 millones de euros (170 millones directos para la planta y otros 340 millones para la fabricación de troqueles, herramientas e infraestructuras, la mayoría de las cuales quedaría en el tejido industrial alavés) y asumirá el desarrollo del prototipo del futuro modelo en Vitoria, robándoselo a Alemania en una decisión sin precedentes. En términos de empleo, Mercedes prometió que en 2012 comenzará a contratar a un mínimo de 300 personas -podrían llegar hasta las 400- que se convertirían en fijos si Vitoria alcanza las 100.000 unidades anuales de producción.
El peaje del acuerdo A cambio de este escenario favorable, la plantilla deberá ser mucho más flexible, una de las grandes exigencias de la multinacional alemana. Bajo este prisma, por ejemplo, desaparecerán las vacaciones colectivas en virtud de las individuales, el mes de agosto dejará de ser inhábil, desaparecerán las trabas para ejercer una movilidad a la carta de los trabajadores (se hará especial hincapié en las zonas de finish) y los turnos de trabajo se adaptarán a la demanda. El preacuerdo también supondrá el fin de otro derecho adquirido, esta vez ya dentro del campo de la anécdota, como era el del permiso para renovar el DNI, que hasta la fecha liberaba al trabajador durante media jornada -cuatro horas- para desempeñar esta labor. Dado el “excesivo” descuido de muchos trabajadores de perder de manera continua el documento de identidad, la compañía ha exigido al comité su inmediata desaparición.
