Huyendo del triunfalismo, hay que valorar este “éxito” en su justa medida. Y he entrecomillado la palabra, porque alguien también podría preguntarse ¿pero se ha conseguido cambiar algo?
Sería ingenuo pensar que nuestro objetivo con la elaboración y presentación de este estudio fuera ese, cuando nadie tiene una fotografía real de la situación. Ese era precisamente el objetivo. Mostrar la fotografía real de la situación en las fábricas, y hacer ver que la situación de la Salud de los/las Trabajadores/as, se esta deteriorando como consecuencia de la aplicación de políticas preventivas, nocivas para nosotros. Sacar a la luz el engaño de los datos, y el consiguiente fraude, tanto en la obtención de reducciones en las cotizaciones, como en la desviación de patologías a la sanidad pública. Pienso que este objetivo se ha cumplido, y por tanto, que senos haga un reconocimiento por una crítica a esas políticas preventivas, en un foro donde estaban presentes técnicos, científicos, eminentes profesores de universidad, inspectores de trabajo, Organismos técnicos (entre ellos NSHT, ISSLA. ISPLN, etc.), empresarios, políticos y burocracias sindicales, con importante presencia internacional, debemos considerarla como un gran éxito.