Pese a las declaraciones de sus principales dirigentes, afirmando que la CUP no apoyará la investidura de Artur Mas, es en una asamblea –“abierta a la participación de la militancia y de sectores afines de la izquierda independentista alternativa”- que esta formación “independentista y anticapitalista” decidirá si al menos dos de sus diez diputados prestan su apoyo para investir a Mas como presidente de la Generalitat.
Si nos fiamos a lo sucedido estos últimos días, tras la constitución del nuevo Parlament, y acuerde o no la CUP prestar esos dos votos, los hechos parecen probar que la CUP está cumpliendo la promesa hecha por sus dirigentes de no hacer nada que pueda “descarrilar el proceso independentista”… Y ello pese a estar liderado por los sectores independentistas de la burguesía catalana que, al menos en el ámbito parlamentario, dispone de una representación seis veces mayor…