En el entorno laboral encontramos multitud de factores estresantes derivados de las condiciones de trabajo. Si bien la suma de varios de estos factores es lo que deriva en problemas graves de salud, cada uno de ellos, por separado, puede alejarnos de ese estado de bienestar.

Reparto de la riqueza y el trabajo
La reivindicación histórica de las 30 horas semanales es el camino a seguir. Aplicando las fórmulas oportunas, la reducción de la jornada tiene como consecuencia directa una drástica reducción del absentismo; conlleva igualmente una mejora de la rátio productiva. Esta combinación generaría, en términos generales, un 25% más de empleo sin poner en riesgo la viabilidad de las empresas, y una contribución directa al mantenimiento de los salarios. La generación de empleo que supone esta medida, tiene un beneficio directo en las arcas públicas mediante el ahorro en las aportaciones para el mantenimiento del empleo al mismo tiempo que se reducen las prestaciones por desempleo, entre otros beneficios.