Un conflicto con los proveedores podría paralizar la producción del Golf en Wolfsburg este lunes de no llegar a un acuerdo al faltar el suministro de asientos.
El annus horribilis de Volkswagen parece no tener fin. Por si fueran pocos los conflictos abiertos tras destaparse el dieselgate, ahora dos proveedores están en pie de guerra con el conglomerado alemán. En concreto, Cartrim, que suministra asientos, y ES Automobilguss, que ofrece piezas de hierro para las cajas de cambio.
El conflicto provocó ayer paros en la producción del Passat en la planta alemana de Emden de la que salen 1.250 coches al día. Si el conflicto no se resuelve, el lunes podría pararse la producción de su modelo más vendido, el Golf que se fabrica junto al Tiguan y al Touran en la factoría de Wolfsburg, cuartel general del conglomerado alemán. El Volkswagen Golf es el coche más vendido en Europa con 261.776 unidades vendidas en lo que va de año, un 1% más, según los datos de la consultora Jato Dynamic.
La batalla entre el consorcio alemán y sus proveedores viene de largo y está en los tribunales. Cartrim y Es Automobilguss reclaman 500 millones de euros de compensación a Volkswagen. Según ellos ya habían realizado obras en sus instalaciones para proveer de piezas al consorcio alemán a partir del año que viene y, Volkswagen ha cancelado ese contrato de forma unilateral. De este modo, los proveedores, han dejado de suministrar asientos y piezas para las cajas de cambio a Volkswagen.
Ante esta medida, el gigante automovilístico ha reclamado al tribunal deBraunschweig (el que le corresponde por su sede en Wolfsburgo) que le autorice a buscar otros proveedores que le suministren dichas piezas. Y ha instado a los actuales proveedores, a quienes ha dado una semana para responder, a que vuelvan a suministrar sus piezas incluidas en un contrato vigente con VW.
Las acciones de la compañía perdieron este viernes un 1,52% en la Bolsa de Frankfurt cerrando a 119,9 euros.