Este año 2018 los precios de los principales servicios como el agua, el gas o la luz vuelven a subir. No hay ninguna excepción y esto hace que, automáticamente, se compare con la evolución de los salarios, especialmente diez años después del comienzo de la crisis, cuando ya se puede hacer un balance con números reales de hacia dónde hemos ido.
¿Salarios y facturas han subido al mismo ritmo?
Hace pocos días se anunció a bombo y platillo la primera subida importante del salario mínimo, un 20% en tres años. Pero la realidad es que el nivel de vida también ha evolucionado y los servicios básicos no han quedado al margen.