Tras la Reforma Laboral, la Reforma de las Pensiones es otro nuevo ataque a los derechos sociales de los ciudadanos. Con los objetivos del Gobierno ya definidos y sin oposición real a ellos ni el arco parlamentario, ni en el sindical, cualquier posible acuerdo será un pacto “a la baja” dirigido a sepultar cualquier respuesta social.
Todas las medidas van dirigidas a reducir el Gasto en Pensiones: Por un lado, alargar los años a considerar para su cálculo. Cada 5 años más, representa como mínimo una reducción del 6% en la Pensión. Sean ahora 20 o 25 los años para el cálculo, estaremos perdiendo Pensión. El retraso de la edad de Jubilación a los 67 años, por más que planteen algunas excepciones llevará a un incremento de la exigencia de años cotizados para alcanzar el 100% de la Base Reguladora (ya más pequeña por el nº de años de su cálculo). Para las nuevas generaciones el impacto será en torno a una reducción del 20% en su Pensión.
Todo bajo el discurso de la Insostenibilidad del actual Sistema. Nadie quiere recordar que los grandes estudios de las entidades financieras españolas ya previeron para 2010 la quiebra de la Seguridad Social. No dieron una en sus estimaciones o realmente eran simplemente dirigidas a captar clientela para sus Fondos de Pensiones. Ahora el argumento es que el peso de las Pensiones en España alcanzó en 2010 el 8% de su PIB y que se prevé para el 2050 que alcance el 15%. Nadie quiere mentar que tanto en Francia como en Alemania hoy ya alcanzan cifras muy cercanas a ese 15% del PIB y sus Sistemas Públicos ni han quebrado, ni su economía ha dejado de funcionar.