El sector ferroviario, al igual que el resto de servicios públicos, sufre un fuerte ataque por parte de los gobiernos y las diversas instituciones que están al servicio de los intereses capitalistas. Las privatizaciones afectan ya a todas las actividades ferroviarias, las reestructuraciones tienen como objetivo desmantelar las redes públicas integradas que incluyen la infraestructura y el transporte ferroviarios, a la vez que ponen en cuestión los derechos de los trabajadores y las trabajadoras del ferrocarril.
El sindicalismo tiene la responsabilidad de proponer alternativas y construir una relación de fuerzas que permita a los trabajadores y trabajadoras revertir esta tendencia. Es necesario en el plano interprofesional, para unificar nuestras luchas y poder ofrecer nuevas perspectivas de cambios profundos en la organización de la sociedad. Es indispensable en cada sector profesional, para vincular este enfoque a la realidad cotidiana, y para que pueda ser interiorizado y aplicado por la clase trabajadora.