Ante la Cumbre del Clima (Cop21), que se celebra la primera quincena de diciembre en París, con las fronteras y las calles cerradas a los grupos ecologistas, que han convocado protestas para denunciar la culpabilidad y la hipocresía ante el cambio climático de la mayoría de los 195 gobiernos allí representados (por una decisión ya tomada por el gobierno de Hollande mucho antes de los atentados del 13N), la Confederación General del Trabajo (CGT) manifiesta que comparte todas las críticas del movimiento ecologista y se suma a las convocatorias de movilizaciones que se realizarán también en nuestro país con motivo de esta costosa reunión de los responsables (gobiernos y grandes empresas) del calentamiento del planeta.
Parece evidente que a estas alturas del siglo XXI, el modelo de desarrollo capitalista resulta tan insostenible que hasta el famoso “catedrático/primo de Rajoy” está convencido de que eso del cambio climático va en serio, y que algo habrá que hacer para no “matar a la gallina de los huevos de oro”; al menos mientras los científicos de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) o sus competidoras rusa o china no descubran nuevas “colonias” en Marte o la Luna “con vistas al mar”, un mar que dejará de ser “de la Tranquilidad” en cuanto el capitalismo se instale en tierras selenitas.