Este miércoles, es el Primero de Mayo…
Una FIESTA que reivindica la dignidad del trabajo… Un día que debemos mimar y construir cada año con esmero para que -en sí mismo- nos traiga a la memoria todas las personas y organizaciones que a lo largo de la historia han luchado por la igualdad, la justicia y los derechos humanos… Un día que nos recuerde que la lucha es dura, que no se construye nada solo con la rabia y la indignación…, que hacen falta procesos, caminos, estrategias, mediaciones…, sindicatos… y mucho trabajo y compromiso.
Recuerdo que durante muchos años, en esos tiempos de bonanza… y también –ahora reconocemos- que de irresponsabilidad… La Mani se convertía en un acto festivo, en un paseo ciudadano, donde te encontrabas con todos los amigos/as y compañeros/as de camino, en un día precioso, tomando la calle, cuando aquello era un lujo… Besos, parabienes, alegría, ánimos y luego aperitivo y comida conjunta… Lo que estaba fenomenal, cuando no era necesario alentar la esperanza…
Este año, amigo/a… Me gustaría pedir un deseo, eso si, tranquilo… porque soy consciente de que los deseos, como las utopías, suelen ser inalcanzables, pero nos sirven para caminar…
¿NO SERÍA POSIBLE UN 1º DE MAYO UNITARIO?
Una fiesta del trabajo, donde los primeros protagonistas fueran los pobres y excluidos de la tierra… Donde se rindiera homenaje de respeto y compromiso a los 6 millones doscientos mil parados/as… A esos casi 2 millones de hogares, donde no entra ningún salario…
Un 1º de Mayo, donde no fueran en las primeras filas los jefes, sino –de manera simbólica- personas normales, sufrientes, crucificados del siglo XXI… con historias pegadas a la tierra…
Un primero de Mayo donde sólo hubiera una manifestación… Donde tuvieran su sitio preferente los sindicatos… ¡Por supuesto! ¡Todos los sindicatos!… Pero donde también se abriera un hueco claro a las mareas, a todas juntas formando un crisol de colores, más allá del día a día de cada una… A cada persona, a cada sueño…
Un primero de mayo más combativo, pero que además fuera capaz de dejar un poso a la esperanza…
¿No sería posible, unir nuestros sueños, nuestras experiencias, nuestras prioridades… las de cada persona, cada colectivo, cada empresa, cada marea, cada problema, cada reivindicación, cada territorio… Para conformar un solo grito que exija que las personas sean las protagonistas de esta historia, y que la economía esté al servicio de cada hombre y mujer que puebla la tierra?
¿No sería posible pintarnos la cara color esperanza… un día especial, donde los besos y abrazos, se unieran con los gritos y reivindicaciones, con la demanda de justicia y la denuncia de este capitalismo salvaje que condena a millones de personas al pozo de la exclusión… con la música, la poesía, el silencio, o el clamor?
Para mí, este año… EL PRIMERO DE MAYO, SOLO TIENE SENTIDO DESDE LA UNIDAD… Para que el miedo pase al otro bando, para que la fuerza de la razón, impere sobre la razón de la fuerza… para que esas mentiras que salen de sus bocas, se transformen en utopías posibles, al servicio de una sociedad más justa y solidaria…
No quiero hablar de culpables… Ni dedicar a la discordia ni un minuto… ¡No miro a los sindicatos pequeños, ni a los grandes…, ni a las mareas… Me da igual!!!… Sólo pido –si es posible- por un día… JUNTAR NUESTROS HOMBROS, NUESTROS SUEÑOS, NUESTROS CORAZONES Y AVANZAR EN UNA COLUMNA, MÁS ALLÁ DE VANIDADES Y MÉRITOS…, ORGULLOSOS DE NUESTRA LUCHA, DE NUESTRA DIVERSIDAD, RECONOCIENDO QUE EL OTRO/A, SIEMPRE APORTA FRESCURA Y NOVEDAD, A UNA LUCHA DESIGUAL CONTRA UN GIGANTE QUE NOS PUEDE GANAR DE UNA BOFETADA…
Sólo nos quedan dos días… pero… ¿Y si fuera posible?
Karmela
