Hace unas semanas, mediante una carta, supo que iba a ser desahuciada. Otra persona que, en medio de una pandemia y una crisis económica sin precedentes, puede quedarse en la calle.
Sin embargo, en esta ocasión el tiburón son las instituciones públicas: el Ayuntamiento de Bilbao y Viviendas Municipales.
Según el decreto de moratoria de desahucios recientemente aprobado por el Gobierno del Estado, Judith cumple con todos los requisitos por su condición de vulnerabilidad, no teniendo garantías de que este desahucio se vaya a paralizar, ya que el decreto no dice nada sobre la propiedad pública.
Las vecinas y vecinos organizados en AZET Etxebizitza Sindikatua, consideran que la autoorganización y la solidaridad de clase es la única manera de hacer frente al abuso de las instituciones municipales decidiendo salir a la calle en solidaridad con su compañera y vecina Judith.