El 13 de septiembre de 2003, Assemblea Pagesa de Cataluña conjuntamente con Ecologistas en Acción de Aragón, realizaron una protesta a causa de la proliferación de campos de experimentación transgénica en nuestras tierras. Con la mayoría absoluta del PP, el estado español se estaba convirtiendo en el principal laboratorio transgénico de Europa, mientras la mayor parte de los pueblos europeos vivían intensos procesos de debate, moratoria y hasta referéndums.
Esa mañana, y siguiendo una convocatoria internacional de Vía Campesina, unas cincuenta personas se concentraron en un campo de experimentación de Syngenta en la localidad de Alcoletge (Lleida), que no reunía ninguna medida de seguridad. Esta multinacional comercializaba entonces el maiz BT176, prohibido en los Estados Unidos, des de 2001, por generar resistencia a los antibióticos en las personas. Después de hacer una siega simbólica y recoger unas muestras, las personas concentradas fueron a la subdelegación del gobierno en Lleida para entregarlas conjuntamente con un manifiesto.
Al no encontrar ningún representante de la administración, se encerraron pacíficamente hasta la llegada de alguna autoridad competente. Justo después de entregar el manifiesto al secretario de esta institución e identificándose convenientemente, las 13 personasque habían ocupado el edificio, lo abandonaron.
Más de un año después, Josep Pàmies, histórico sindicalista agrario de Balaguer (Lleida) y activista por las llibertades y la dignidad en el campo, recibía una notificación de una denuncia de Álvaro Giménez y Sacanell, guardia civil de puerta de aquel día. Esta misma es la que lo llevará a juicio el día 11 DE JUNIO, bajo las acusaciones de atentado a la autoridad y lesiones, por las que el fiscal pide una pena de 4 años de prisión y una indemnización de 50.000 euros.
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Ante el incremento de la contaminación genética en nuestros campos, exigimos la prohibición de los cultivos de maíz transgénico MON810