La voracidad demostrada por los grandes magnates de las finanzas, los grandes empresarios, los bancos, y el vergonzante sometimiento de los gobiernos de uno y otro signo a sus intereses, están avocando a la población a niveles de precariedad y pobreza sin precedentes. Es un atraco social de magnitudes gigantes contra l@s trabajadores y las clases populares llevado a cabo con la complicidad de los gobiernos, los cuales elaboran e imponen a sus pueblos las políticas que interesan a estos delincuentes, ello ante la pasividad injustificable de las organizaciones sindicales mayoritarias.
Están liquidando todos los Servicios Públicos (…) con el fin de convertirlos en nuevos negocios lucrativos para unos pocos desalmados.